lunes, 11 de diciembre de 2006

El fumador secreto

26.El fumador secreto

Deberíamos incluir al fumador secreto entre los demás fumadores
ocasionales; pero los efectos de fumar en secreto son tan nefastos que
merecen un capítulo aparte. Puede llevar al colapso de relaciones personales.
En mi propio caso, casi provocaron un divorcio.

Estaba en la tercera semana de uno de mis intentos fallidos de dejarlo. Lo
que me había empujado a intentar dejarlo en esta ocasión era la preocupación
de mi mujer ante mi continua tos y carraspeo. Le había dicho que yo no estaba
preocupado por mi salud. Ella contestaba: «Ya lo sé, pero ¿cómo te sentirías tú
si tuvieras que ver a alguien a quien quieres, destruirse sistemáticamente?» No
pude resistir la tentativa de dejarlo ante este argumento. El propósito acabó al
cabo de tres semanas, tras una discusión acalorada que tuve con un viejo
amigo. No me di cuenta hasta varios años después de que mi propia mente
perturbada había provocado la discusión
. En el momento de la disputa me
sentía realmente ofendido, pero ahora estoy seguro que no fue una simple
coincidencia; no había discutido nunca con aquel amigo antes, ni he vuelto a
discutir con él desde entonces. Está claro que era el «monstruito» haciendo de
las suyas. De todas formas, ya tenía la excusa que buscaba.

Necesitaba desesperadamente un cigarrillo, y empecé a fumar otra vez.

No podía afrontar la tremenda desilusión de mi mujer, y por eso no se lo
dije. Me limitaba a fumar estando solo. Poco a poco empecé a fumar en
compañía de amigos, hasta que llegó un momento en que todo el mundo sabía
que fumaba menos mi mujer. Mientras duró la situación, estaba bastante
satisfecho. «Al menos así fumo menos», me decía a mí mismo. Al final mi mujer
me acusó de seguir fumando. Yo no me había dado cuenta, pero me describió
las veces que yo había provocado una discusión, para poder salir de casa
dando un portazo. En otras ocasiones había tardado un par de horas en ir a
comprar cualquier tontería, y en ocasiones en las que normalmente le hubiera
dicho que me acompañara, me había inventado cualquier excusa para ir solo.

Conforme va ampliándose la división social entre los fumadores y los no
fumadores, crece el número de casos en que las relaciones con los amigos o
con los familiares se acortan o se evitan debido a este asqueroso hierbajo. Lo
peor de fumar en secreto es que refuerza la idea de privación en la mente del
fumador. Al mismo tiempo, se produce una gran pérdida de respeto por uno
mismo, pues siendo una persona honesta en todos los demás aspectos de su
vida, se ve capaz de engañar a la familia y a los amigos.

Si te lo piensas, verás que algo de esto te habrá ocurrido alguna vez; a lo
mejor te está ocurriendo ahora.

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