domingo, 10 de diciembre de 2006

Esas siniestras sombras negras

20.Esas siniestras sombras negras

Cuando dejas de fumar, también gozas de haberte liberado de esas
siniestras sombras negras que merodean en el fondo de tu mente,
Todos los fumadores saben que están haciendo el primo, y esconden la
cabeza para no ver los efectos nocivos del tabaco. A lo largo de nuestra vida de
fumadores, sin embargo, hay momentos en que las sombras salen a la
superficie: cuando vemos ese aviso en el paquete, en el Día Nacional antitabaco,
en un ataque de tos violenta, cuando sentimos algún dolor en el pecho,
en la mirada suplicante de algún familiar, al ser conscientes de que nos huele
mal el aliento y de lo manchados que están nuestros dientes, cuando hablamos
con un no-fumador.

Y, además de todo esto, la pérdida de respeto por uno mismo asociada
con el ser fumador.

Aunque no nos demos cuenta de estas cosas, las sombras están siempre
ahí, debajo de la superficie; este tira y afloja irá a más, a medida que te vayas
hundiendo en el hábito.

En los últimos capítulos he descrito las ventajas considerables de no
fumar. Con el fin de presentar una argumentación objetiva y equilibrada, he
decidido exponer en el próximo capítulo una relación de las ventajas de ser
fumador.

No hay comentarios: